—Quién sabe qué conjuros dieron con este paradero
De mujer sentada y lo llevaron
-volando, riendo- a tu ciudad de puras alas.
(Mariana, luego de haber leído la novela
que prometía viajes y mujeres con nombre de isla)
Isla de Chiloé, al sur del sur.
Dicen que si Ella sale a la mañana y comienza su danza mirando el mar, habrá abundancia de peces.
Si baila dándole la espalda, los peces se alejan.
De ella dependen los pescadores de la Isla de Chiloé, al sur de sur, en lo más azul de Chile.
Me pregunto cómo pueden ser tan bellas tus palabras. Y cómo hacés para seleccionarlas tan cuidadosamente para que me lleguen sin escalas al alma.
ResponderEliminarMe pregunto cuándo los conjuros te traerán a mi casa. A esta casa.
Me pregunto qué pasaría si empezaras tu danza de espaldas al mar. Me pregunto dónde estaremos cuando eso pase. Y siento un poco de miedo de no estar donde estés.
Te amo mucho!!
Nacho (esperándote).
Sí, preciosa. Quiero.
ResponderEliminarTe amo muchísimo!!!
Nacho (no fue un mar, pero fue un lago. Espero que te haya gustado).
Te extraño muchísimo.
ResponderEliminarVolvé pronto, mi amor.
Te amo...
Nacho (en la ciudad. Solo).