Silencio este que grita cada vez más fuerte. Hijo del deseo silencio morboso. Silencio maricón que le cuenta a los cuatro vientos del litoral que no se las aguanta. Silencio este por donde todas las posibilidades son ciertas. Por donde las palabras hacen lo que quieren y significan. Y este cursor titilante que me exprime la cabeza. Que me llena la lengua de personajes miserables. Estos sujetopredicados cagones que no se dejan enviar y me llenan la casilla de borradores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
maréese un rato, maréese