Y a los otros virgo que analizan.
“Un cronopio pequeñito buscaba la llave
de la puerta de calle en la mesa de luz,
la mesa de luz en el dormitorio,
el dormitorio en la casa, la casa en la calle.
Aquí se detenía el cronopio,
pues para salir a la calle precisaba la llave de la puerta”
Julio Cortázar
Será porque los contrariados
Tienen esa forma de moverse
Qué se yo
Pero reconozco a un virgo a varios centímetros
Relojean
Relojean
Ordenan cada partícula de su afuera
Hacen listas
Buscan sentidos
Los encuentran
En una tapita de gaseosa
En una lombriz
En un pedacito de río en el vaso
Relojean
Combinan caos con hamacas y puentes
Atropelladamente ordenados
Abrumados
Albergan cronopios
almanaques
telefonos perdidos
Como si nada
Relojean
Revolean los ojos porque ya saben
Buscan descorazonadamente lo que ya tienen en la mano
Relojean
Y tienen tantas palabras
Que las tienen que decir
Desmenuzan
Arrancan pastitos y son felices
Clasifican pastitos y son felices
Y pierden cosas por el camino
Virgo bolsillos rotos
Relojean
Y si el cuadro está torcido, qué lindo el cuadro pero
(Quiero decir que te reconocería, Julio,
caminando por la Rue de Vaugirard
Larguirucho virgo ojos de pez
Acá somos varios, verás
Los que tiramos piedritas
Jugamos rayuelas
Y perdemos llaves)